Rosarium Virginis Mariae 4
La oportunidad de esta iniciativa se basa en diversas consideraciones. La primera se refiere a la urgencia de afrontar una cierta crisis de esta oración que, en el actual contexto histórico y teológico, corre el riesgo de ser infravalorada injustamente y, por tanto, poco propuesta a las nuevas generaciones. Hay quien piensa que la centralidad de la Liturgia , acertadamente subrayada por el Concilio Ecuménico Vaticano II, tenga necesariamente como consecuencia una disminución de la importancia del Rosario. En realidad, como puntualizó Pablo VI, esta oración no sólo no se opone ala Liturgia , sino que le da soporte, ya que la introduce y la recuerda, ayudando a vivirla con plena participación interior, recogiendo así sus frutos en la vida cotidiana.
Quizás hay también quien teme que pueda resultar poco ecuménica por su carácter marcadamente mariano. En realidad, se coloca en el más límpido horizonte del culto a la Madre de Dios, tal como el Concilio ha establecido: un culto orientado al centro cristológico de la fe cristiana, de modo que «mientras es honrada la Madre , el Hijo sea debidamente conocido, amado, glorificado».Comprendido adecuadamente, el Rosario es una ayuda, no un obstáculo para el ecumenismo.
El rosario es ante todo, una biografía de Jesús.
ResponderEliminarSe inicia desde el anuncio del ángel, pasa por su niñez, luego su vida pública, su pasión y culmina con su resurrección, finalizando con la coronación de María. Sin Jesús, no ha rosario.
Quienes creen que al rezarlo solo se ensalza a la virgen están tan equivocados como aquellos que creen que si canto la canción nacional es por agradar al gobierno de turno y no por reconocer la grandeza del país. Es Jesús el centro del rosario y esd él mismo quien engrandece a la santísima virgen.
Roberto Bravo